Doy fe: Un tachero terminó su interminable, incoherente papo diciendo que encima Néstor era chileno. Otro, que Cristina ya estaba por prohibir el tango. A ambos les respondí, después de haberlos escuchado, que a Carlitos Gardel lo habían asesinado. Y ambos se dieron vuelta, y mirándome me dijeron "Ah, mirá, esa no la tenía..."
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