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martes, 15 de julio de 2014

Al número 13 se lo asocia con la muerte, con la mala suerte, no con la capacidad de cambio, con la transformación, con la renovación, con el renacimiento después de la terminal docena. Es que en general cuesta cambiar. Uno suele sentirse seguro en una condición estable y un cambio siempre demanda valentía, ganas de aventura, esfuerzo. Por eso el renovador trece es rechazado y a veces hasta llega a niveles exagerados de superstición. (Aquí un ejemplo, el ascensor de un edificio en el que no hay piso trece. Y ni hablar de los aviones de American Airlines, en los que tampoco existe la fila trece, doy fé, conchisumá!)


1 comentario:

  1. ahora dicen que en Brasil sacarian el nº 7 de todos los lados, será de dió

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