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miércoles, 21 de octubre de 2015

¡F.U.C.K.! Cuenta una leyenda que en la antigua Inglaterra nadie podia tener sexo sin contar con el consentimiento del Rey, a menos que se tratara de miembros de la familia real. Y quienes querían tener un hijo debían solicitar un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que tenían que colgar fuera de su puerta mientras se tenían relaciones. La placa decia: "Fornication Under Consent of the King" (Fornicando bajo el consentimiento del Rey). ¡Pijisupá puré!

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