El Comando Amelia es un comando de alumbrado, barrido y limpieza,
de acción pequeña pero contribuyente.
¡AMELIA VENCE!

domingo, 29 de diciembre de 2019

Me acuerdo que al querido Expreso Imaginario lo pudimos editar en el año 1976, al mismo tiempo que comenzaba el sangriento “Proceso de Reorganización Nacional” que hacía un tiempo ya se veía venir. A toda la banda "expresiana" nos ocupó el mismo problema que en este momento: el de derivar un horrible asunto hacia otro criterio, mas ingenioso y menos "infractor", pero contribuyente con el propósito de siempre: el de la libertad. Así es que comenzamos a hablar de otras cosas. Y la publicación, a pesar de que parecía algo ingenua, era de todas maneras vigilada por los milicos. Pero creo que éstos no consideraron peligrosas, o no comprendieron nunca la ecología, la poesía, la música, la ciencia ficción, las culturas originarias, la antimateria, mis dibujos y tantos otros temas del Expreso. Seguramente si lo hubieran hecho, en este momento no podría estar escribiéndoles esto.

Cuando comencé a arrancarme los dientes pensaba que iba a ser un tormento, pero no dolía demasiado y seguí. Faltaba sacar algunas muelas, era fácil. De una vez por todas quería verme como uno de esos gentiles animales como la anguila, que puede sentir que todo se desliza suavemente por su boca. Estaba harto de masticar. ¿Y por qué martirizar a trozos de animales supuestamente muertos cuando todavía no lo están? ¿Por qué no permitir que esos deliciosos pedazos de ser aún viviente sufran menos antes de empezar a deshacerse entre los ácidos de nuestros estómagos? Estoy seguro de que todo sigue vivo de alguna manera, por eso quise hacer una pequeña contribución en contra del dolor. Porque estoy seguro de que hasta las zanahorias sufren entre nuestros dientes.

Llegó el mejor momento del día, el del crepúsculo, el de tantos recuerdos. Más que ninguno el de todo viniéndose encima de uno, el de cuando mamá comenzaba a saltar en busca de comida. Cuando uno iba dentro de la bolsa calentita asomado, mirando hacia adelante. Ahora ya pasó el tiempo, pero los canguros nunca dejamos de salir todos juntos cuando cae el sol, a buscar algo para comer. Cuanto más rojo el horizonte, más hermoso.*

Soy un compañero renovado, viejo musiquero, un millennial biodegradable, me sobran gigabytes en el disco duro. Tomo decisiones en nanosegundos, no uso drogas, como verduras orgánicas y carne de vez en cuando. Soy un nigger del tipo alfa, de perfil bajo, me gustan el fútbol y el box, pero no soy hincha de ningún club. No uso celular ni estoy tatuado. Soy padrino de la Comuna 15 de La Cámpora y para salir a la calle cargo con pocas cosas: el DNI, la tarjeta de débito, la SUBE y algo de cambio. Intento hacer todo con mucha calma, a la noche tomo valeriana y unos tintos, duermo muy bien y cuando leo a los trolls me divierto muchísimo.