¿Hay que temer a la muerte, o esto es sólo una tontería, un comportamiento irracional que no causa más que angustia y disminuye el placer de la vida? Pese a que la muerte nos priva de toda sensación, en efecto, si mientras vivimos no tiene lugar en nuestra existencia y cuando nos llega ya no la poseemos, ¿no habrá la humanidad derrochado demasiada energía en temer y preocuparse por algo que no llegamos a experimentar de forma sensitiva y que, por tanto, realmente "no existe"? ¿Habrá que comenzar entonces a reirse de la muerte?
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