En la chacra no quedó nadie.
Solo ropa colgada y el viento la está por arrancar.
Hace tiempo se fueron todos, el día que dejé de cantar.
De cantar cuando ellos querían,
siempre a la mañana, cuando salía el sol.
Ahora que no hay nadie, canto cuando quiero
y hasta puedo probar otros timbres de voz.
Últimamente la calandria y el cuis me salen casi perfectos,
las ranas no tanto.
Es tan bueno agitar las alas,
desperezarme dentro de la cocina vacía.
Jamás había podido entrar en la cocina,
ahora toda la casa es mía.
No se porqué se fueron todos,
nunca les entendí el idioma.
Me acuerdo de sus cuerpos, tan diferentes al mío
y de sus caras haciendo gestos,
emitiendo sonidos que jamás comprendí.
Se fueron todos,
y a quienes mas extraño es a las gallinas,
ellas eran mi vida,
a una por una les confesé mi amor, todos los días.
Tal vez para ellas yo sólo estaba trabajando,
nunca supe si alguna me amó realmente.
Quizás ninguna se animó a decírmelo.
Ahora que me quedé solo en la casa
al fin encontré un buen lugar para descansar.
Un hermoso sofá con mucho olor a madera,
para un gallo solitario.
1 comentario:
muy bonito !
CD
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