En medio de estos días negros que nos toca vivir, hace un par de noches quise comprender algunas cosas, intentando ir hasta el fondo de lo escasamente conocido. Al final me pregunté si haría falta querer explicarse algo en esta vida misteriosa, y me quedé dormido. Pero por lo menos Eduardo Galeano -siempre ayudando, él- así lo recordaba a Epicuro, en el libro "Espejos": "Tampoco la muerte es tan terrible, porque mientras nosotros somos, ella no es, y cuando ella es, nosotros dejamos de ser".
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