miércoles, 17 de julio de 2013
LO QUE VEO AL LLEGAR ( escribe el padre Eduardo de la Serna)
Después de estar casi un año fuera de Argentina, volví a mi querido país.
Reconozco que no estaba desentendido. Todos los días leía los diarios (para que la información fuera lo menos sesgada posible leía Clarín, La Nación, Página y Tiempo) y además el contacto diario con compañeros curas, entre los que hay curas recontra-anti-K, críticos de lo K, K críticos y recontra-ultra-K. No hace falta decir que todo eso lo recibí “al modo del recipiente”, como se decía antes. Celebro la existencia de internet, porque recuerdo cuando viajé otro año fuera del país, por una beca (1991-1992) que recibía una vez por semana un “resumen semanal” que editaba Clarín para el exterior. O cuando fui, 6 años después, para el doctorado, que mi amigo Rycky me mandaba todos los días una selección de noticias, ya por correo electrónico que –incipientemente- podía leer. En ese sentido puedo decir que “estaba al tanto”. Y lo celebro, porque los diarios colombianos (y pude ver también lo mismo en los diarios chilenos, o peruanos) las noticias argentinas son las que da Clarín y La Nación, y cada vez que aparecía algo tenía que explicar a alumnos, conocidos o los curas donde vivía, que había “otra mirada” de esa noticia. Esto que escribo ahora, también es para ellos. ¿Qué vi al llegar a Buenos Aires?
Algunos datos que son públicos:
Este año Argentina tuvo la mayor venta de autos usados y nuevos de toda su historia (lo que se ve y vive en el tránsito, que es un caos). Tocará ampliar calles, avenidas y rutas para tanto auto. Y suspender las dobles manos que sólo un ingeniero con título comprado puede creer que agiliza el tráfico vehicular. Y decir que se vendieron autos usados significa que muchos, pero ¡muchos! pudieron acceder a su primer auto.
La mesa de Enlace puede decir lo que quiera, pero lo cierto es que la cosecha 2012-2013 batió su récord histórico (105 millones de toneladas, y eso significa que batió el record pasado que era la cosecha 2011-2012: 104,3 toneladas).
Al llegar me encontré con “el caso Milani”. Mirando los diarios veía que los que cuestionaban el ascenso del General eran Clarín y La Nación. Eso me hizo sospechar. Sin duda que es posible que los datos y archivos de los organismos de DDHH sean insuficientes. ¡Seguramente lo son! Pero Clarín y Nación se montaron en eso para dividir los organismos y criticar especialmente al CELS. Confirme a lo que dijeron varios, creo que hay que investigar con seriedad, y si Milani estuvo ligado al genocidio, no debe durar ni un segundo más en su cargo. Pero mirando de dónde viene la campaña, por lo menos sospecho.
En Argentina hay 48 universidades nacionales, públicas (es decir, del Estado, no privadas), ¡9 de ellas! fueron inauguradas por este Gobierno (el 18,75%).
La feria de ciencia y tecnología, Tecnópolis, tuvo 100.000 visitantes el primer fin de semana (13 y 14 de julio).
Y añado a esto, lo que ví:
Conozco a varios curas del grupo de Curas en la Opción por los Pobres que están en el municipio de Tigre. Conozco sus críticas demoledoras hacia el intendente en relación a los pobres. Y conozco 3 casos de personas o grupos que ante alguna cosa delicada llamaron a diferentes medios para hacer una denuncia y en los 3 casos la respuesta fue: “no podemos pasar malas noticias de Tigre”. Además de un caso que podríamos llamar de “espionaje” a los curas (ubico: reunión de Massa con los curas del municipio. Cada cura una carpeta, y en seguida de empezada la reunión les retiran a todos esa carpeta. Uno de los curas que participó me cuenta que parece que se equivocaron de carpeta porque dentro había información sobre los mismos curas).
No sé en qué momento hubo un ataque aéreo sobre Buenos Aires, pero lo cierto es que las avenidas de Quilmes, Almirante Brown y demás de la zona sur deben haber sido bombardeadas. No hay otra posibilidad de que estén así si no fue un ataque. Pero a lo mejor tampoco se pueda hablar mal de la provincia de Buenos Aires por si acaso el “globo Massa” no funciona como desean, y pretendan –una vez más- a Scioli como plan B.
Hace años en Miramar ocurrió el llamado “caso Natalia Melmann”; caso que quedó tapado porque –como Candela, Cabezas, y tantos otros- no eran propiamente casos de “inseguridad” sino casos de corrupción y violencia por parte de quienes deben garantizar la seguridad. Nuevamente un caso bien semejante: Laura Iglesias fue violada y asesinada el 29 de mayo de 2013, en Miramar. Y nada… ¿Se sigue sin dar malas noticias de Buenos Aires? ¿Tampoco se puede hablar mal de Casal y su política?
Como es habitual, fui a algunos supermercados. En el Carrefour de Florencio Varela tuve que hacer ¡2 horas! de cola para llegar a la caja. Tanta era la gente. En el Jumbo de Quilmes, que tiene un estacionamiento gigantesco, no había lugar para dejar el auto. Y si bien el primero fue los primeros días de mes, el segundo no lo era. Y es evidente que la gente no compra si no tiene plata, ¿no?
Y –finalmente- vi algo de TV. ¡Patético! Por un lado una campaña de los medios dominantes en contra de todo lo que tenga que ver con el Estado: sea contra los Ferrocarriles, aunque después sea falla humana, y en Canadá o Francia ocurran cosas semejantes, contra Aerolíneas, aunque después sea una empresa privada la responsable del caos y pida perdón por escrito (cosa obviada por algunos medios), y hasta contra YPF que si invierte en el yacimiento de Vaca Muerta y da frutos, solucionaría –al menos en gran parte- el déficit energético. La cosa es volver a lo privado y condenar lo estatal. Eso ya lo vi en los 90 con Bernardo Neustadt, lo viví en el menemismo, y vi cómo “explotó el país” a causa de eso. Claro que unos pocos se enriquecieron (“casualmente”, los mismos que hoy hacen campaña contra lo estatal).
Ya escuché de parte de algunos que parecen “ondas de amor y paz” hablar de los conflictos que generan tipos como Chávez-Maduro, Correa, Evo, Cristina. Claro que tipos como Piñera, García-Humala, Uribe-Santos no crean conflictos con los poderosos (porque el conflicto está, pero para muchos la falta de salud, de trabajo, el hambre parecen no ser “conflictos”). Y en estos días recordaba el ante-último ministro de economía de Alfonsín cuando los poderosos lo cercaron y provocaron su caída (dicen que había un tal Magnetto en esas reuniones). La cosa explotó, y el ministro Pugliese dijo: “les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”. Parece que para algunos, con pedir “por favor” debería bastar, porque si no, resulta conflictivo. Porque parece que el conflicto no es que provoquen corridas bancarias, que escondan el trigo, o que no hagan inversiones a fin de que no se “caiga el sistema” de Aerolíneas Argentinas. El conflicto es cuando se enfrenta a los poderosos, no cuando se pelea por un país más justo y solidario.
Y finalmente un dato: el mayor gasto del país en el exterior es el energético (petróleo, gas…). Argentina se autoabastecía hasta que llegaron los “privados” que nos privaron de lo nuestro. Pero con la debacle, la muerte de las industrias, no había problemas porque no había consumo energético importante (aunque no está mal recordar los “cortes programados” durante el alfonsinismo). Ahora bien, si el país está gastando tanto en energía, ¿eso no quiere decir que es porque algo está andando?
Esto es lo primero que puedo decir de lo que vi. Claro: estamos en período pre-electoral, y todo eso está teñido de campaña. Eso también lo sé.
Su blog: http://blogeduopp.blogspot.com.ar/
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