sábado, 12 de octubre de 2013
CANALLADA, por el Padre Eduardo de la Serna
La palabra "canallada" no es una palabra muy usada en el lenguaje cotidiano. Aunque la Real Academia diga que pertenece al lenguaje "coloquial" será a los coloquios espa oles que se refiere, porque no se escucha que sea usada por el común de la gente. Las palabras que se escuchan son otras para decir lo mismo. Pero es un término que se entiende. Se sabe qué es un "canalla" y qué cosa es una "canallada". Canallada fue leer "viva el cáncer" pintado en el hospital donde Evita agonizaba. Una canallada fue palpar la decepción de varios cuando Cristina no tenía el cáncer que le deseaban. Y ante el actual deterioro de la salud de Cristina víctima de un hematoma subdural la canallada devino en orgía. Orgía en los comentarios escritos en las noticias de los diarios, en los mensajes de texto o mails en cadena. Pero, en general, esos enfermos de odio quedan protegidos por el anonimato que impide sea responder o simplemente bloquearlos. La cosa se agrava cuando esa canallada tiene nombres propios de personas públicas, sea Mauricio Macri, Julio Bárbaro, Chiche Duhalde, Jorge Lanata, Jorge Giacobbe, Felipe Solá, Beatriz Sarlo, Joaquín Morales Solá, Mariano Grondona y tantos otros participes, cómplices de la canallada desde las usinas del grupo Clarín, que seguirá gozando de su impunidad y omnipotencia gracias a la cobardía inminente de jueces que no se atreverán a fallar la constitucionalidad de la ley de Medios. Canallada es decir que Cristina fingió, o que saca rédito político de su enfermedad (como si ellos no sacaran rédito de cada muerte por Gripe A, accidentes de trenes, inundaciones y sadismos varios), que lo hizo a propósito para disimular la derrota electoral. Canallada es no poder disimular su alegría ante la debilidad de la presidenta, a lo que suman la actitud destituyente ante el vicepresidente electo hablando con liviandad, sin fundamento y aparentando desconocer (o en algún caso simplemente desconociendo) la Constitución Nacional y sus mecanismos en estas circunstancias. Canallada es cada vez más todo lo que hacen desde las usinas generadoras de malestar, de lavado de cabezas, con el único objetivo de no perder poder, y -si es posible- acrecentarlo. Y cuando veo, escucho y leo toda esa canallada, esa jauría de canallas, me pregunto. ¿No era -según esos mismos personajes- Cristina la que fomentaba la crispación, la división (o grieta) y el odio? Debo estar leyendo mal, porque mi sensación es toda la contraria. Debo ser más cristinista de lo que creía, porque me parecen ellos los que la provocan y creo que quizás debamos celebrar que Cristina sea más "cabeza dura" que lo que ellos desean, y los golpes que le tiran "minuto a minuto" solamente le provoquen un hematoma y nos permitan desear que pronto la tengamos otra vez trabajando por un país para todos y todas y no exclusivo para sus mandantes. Un país que sea casa de todos y todas y no un country para un grupito soberano e infame. O canalla.
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4 comentarios:
Maravilloso Padre de la Serna, que siempre tiene la palabra que me representa en opinión y afecto. Cuál será el límite de los canallas? Cuándo el castigo social de una parte de los ciudadanos para lo que hacen?
oia! yo uso la palabra canalla y canallada en mi pequeño lenguaje personal. No me resulta extraña, sino familiar, para hablar de lo mismo que habla el cura este.
Ante la canallada, espejito, que les rebote (no puede ser que tanta mala leche no reverbere en quien la emite) y mil grullas para Cristina.
Y un gran abrazo para el general fontova, claro que si.
Es interesante el uso de "canalla". Originalmente se refería a una jauría de perros, con el tiempo devino en una descalificación, comportarse en forma baja, ruin. Me hace acordar a la palabra "villano" que originalmente se refería al habitante de la "villa" que rodeaba el castillo, pero como los campesinos y sirvientes carecían de modales y cultura, pasó a ser sinónimo de "bruto,tosco,torpe". Con el tiempo adquirió tintes de discriminación y fue sinónimo de "delincuente". Se popularizó en los '70 con "Batman" y sus "villanos invitados". Hoy sobrevive en su primo hermano "villero".
Pues bien, los "canallas" creen ser superiores a los "villeros", los discriminan y prejuzgan, creen estar ¡pobres! en la vereda de enfrente porque tienen acceso a algunos, sólo a algunos bienes en común (un par de Nike, una campera Columbia o Montagne, pero no equipos completos)y se la pasan imitando a lo que leen en revistas o por la tele en los programas de chimentos. Así, como jauría de perros, los persiguen a lugares promocionados (Punta del Este, Miami, Disneyworld, etc.), van a las peluquerías de los famosos, se matan por ir a los lugares "fashion". Me recuerdan al villano protagonizado por Michael Keaton, genial interpretación, en "Mucho ruido y pocas nueces", en la que se sentía superior al resto porque usaba palabras copiadas de los señores, lo que provocaba la risa de éstos pues no sabía cómo emplearlas o las pronunciaba mal, hasta trotaba como si montara un caballo y hacía ruido con la boca.
Así,la canallada replica lo que dicen los medios monopólicos: crispación, cretina, connivencia y tantas otras que no suelen utilizarse cotidianamente. ¿Creerán que cuanto más copian a los de arriba, más se alejan de los de abajo? Y así terminan padeciendo de SCHADENFREUDE (término alemán) que se refiere a la alegría malsana ante el fracaso de otro aunque signifique un perjuicio para uno mismo. Algo parecido al resentimiento. Cosa rara, al final es pura proyección, transferencia, poner en el otro expectativas propias. ¡Qué loco! ¿no?
estimado padre eduardo, recien acavo de ver en el canal publico el programa sobre los documentos de la dictadura, y por ende su presencia ratificando por asi decir la connivincia de algunos miembros de la misma con la dictadura, lo felicito asi debe ser un soldado de cristo, un no creyente hasta siempre.
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