domingo, 17 de octubre de 2010
RATAS - HF
Las ratas no tenemos buena fama, pero de algo estamos orgullosas,
y es de haber colonizado el mundo entero.
En los comienzos, apretadas en los barcos.
Tal vez alguien podrá recordar
que somos originarias de hermosos bosques,
que las pendientes de las montañas y los cerros
eran nuestros lugares predilectos para corretear.
Ya con el tiempo aprendimos a apreciar la compañía de los hombres,
que nos facilitan la tarea de conseguir alimentos.
Así continuó nuestra historia, cerca de la gente,
ocupando sótanos, desvanes,
haciendo equilibrio por cables y cornisas,
o royendo nuestras típicas puertitas en los zócalos,
siempre a escondidas,
sin olvidar nunca a aquellos hermosos bosques,
a aquellas queridas pendientes
por donde correteábamos hace tanto tiempo.
Así vivimos ahora las intrusas ratas en el mundo.
Aunque podríamos haber sido aceptadas como mascotas,
como simple compañía, sólo a cambio de caricias y sabroso queso.
Porque si se nos observa bien, tan feas no somos.
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