lunes, 17 de junio de 2013
A quien corresponda: Reírse de lo siniestro (atención, no mofarse, burlarse) es humor vasodilatador. La negación, el no poder salir nunca de un único pensamiento, el disgusto, la desazón, el odio y tantos otros sindromes, son fenómenos altamente vasoconstrictores. Entonces ¡Cuidemos a nuestras arterias! ¡Caguémonos de risa sanamente de lo que se pueda! ¡Chuic!
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1 comentario:
creo que los que nos reimos asi como contàs, sabemos que nos reimos de nuestra mortalidad, de nuestras pretencioncitas..nunca de los otros, tal vez del espejo de los otros, que nos refleja nuestra deformidad, oculta o manifiesta.
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