viernes, 1 de noviembre de 2013
Hoy me cayó la ficha y se me ocurrió contestarle esto a mi amigo feisbuquiano, el Dr. Scholl:
Hoy, después de una charla con un amigo, me cayó la ficha y se me ocurrió contestarle esto a mi amigo feisbuquiano, el Dr. Scholl: “No quiero ser pesimista, queridísimo Dr. Scholl, pero de repente me pregunté si eso que Vd. escribió: "Ojalá recupere la razonabilidad un sector de la población hoy preso de un odio irracional hacia todo lo que tenga que ver con el gobierno” no será un exceso de bonhomía. Porque tal vez se trate de un sector en el que jamás existió la razonabilidad (“Viva el cáncer”, “Maten a la yegua”, etc…) y por lo tanto, sería imposible que eso suceda, porque nadie es capaz de recuperar algo que jamás poseyó. Una vez más no quiero ser pesimista, amigo Scholl, pero no parecería ser esperable semejante transformación. (Ya están convocando a un nuevo cacerolazo) Así que tamaña expectativa podría ser más compatible con un pensamiento mágico o, mejor dicho, con eso a lo que llaman "milagro”. De todas maneras sigo pensando que al odio hay que responder con el amor, en los hechos. En los hechos nomás. Y por dentro no dejar de mandar bien a-la-puta-madre-que-los-re-mil-parió a esa manga de descerebrados! Le mando un gran abrazo!”
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