domingo, 23 de febrero de 2014
Era el año 1975, y en Venezuela fuimos contratados por el Consejo Nacional de la Cultura el dúo “Nagual” (conformado por mi querido hermano Alejandro de Raco, sitar, kemanchá y charango, y el Nigger, guitarra, canto y percusión). Así recorrimos todo el país los fines de semana. Pero eso es historia aparte. Lo que quiero contarles es que llegado aquel fin de año, fué ineludible mirar en la tele el mensaje de Carlos Andrés Pérez. Así lo hicimos. Se lo veía a Pérez y a su comitiva. Y comenzó su mensaje. Pero en medio de su discurso (en cadena nacional) repentinamente apareció en las pantallas de todo el país un hombre haciéndole el amor desenfrenadamente a una mujer, esta en posición de “perrito” y el señor dándole duro, en blanco y negro, imagen tipo película años 50´s. Entre alaridos, saltos y abrazos, Alejandro y yo no podíamos creer lo que estábamos viendo. A los minutos siguió el discurso de Pérez. Como si nada. Y bueno, al día siguiente tuvo que darse una explicación, y fue la de que el par de operadores que estaban a cargo de la transmisión del fin de año, tal vez a causa de su estado etílico, mezclaron lo que ellos estaban viendo con el discurso de Pérez, en cadena nacional. Bien, tal vez haya sido eso, pero, si no, me inclino a pensar que esa maravillosa interferencia fue uno de los comienzos con los que pretende actuar hoy el Comando Amelia. Chuic!
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1 comentario:
O era un mensaje subliminal acerca de que Carlos Andrés Pérez se los estaba cojiendo...
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