UNA BRUJA MAS (Nigger - Témpera Mental - Ed. Sudamericana)
Va a arder la bruja en la hoguera otra mañana en la que el fuego es obrero de la Santa Inquisición. En un palco obispos y damas de hedores perfumados preparan sus pañuelos para taparse las narices disimulando euforias y suspiros, ansiosos de dolor. Un millonésimo día más en la historia del mundo. El hermoso amanecer continúa ajeno a todo, la plaza ya está repleta y la gente no para de aullar, pidiendo a gritos que comience la función. Una más va a morir quemada. Se la acusa de haber cicatrizado heridas con la sola pasada de su mano y de haber curado mal de ojo mencionando al mismísimo Dios en sus plegarias. Por todo eso, sus cenizas a los rastrojos, dice la habitual sentencia del tribunal. Con el exasperado bramido general se enciende la hoguera y comienza el espectáculo. Pero la bruja no se agita ni grita de dolor entre las llamas, sino que comienza a entonar una hermosa canción que dice que los caminos que llevan al cielo no están clausurados por orden de nadie. Y la multitud indignada no para con el abucheo y las pedradas, porque la bruja sigue cantando entre las llamas.
miércoles, 3 de junio de 2015
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1 comentario:
Una belleza el relato.¿Cuando podremos ponerle fin a la intolerancia?
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